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Todo el mundo critica al gobierno en mi entorno, pero sigue saliendo elegido en las generales, en la autonómicas y en las locales. ¿Hay una conspiración? ¿Está la ciudadanía dormida? ¿No hay democracia? No, mire usted, lo siento pero tenga en cuenta que tener un enemigo común no hace un frente común necesariamente. Simplemente hágase este test y hágaselo a otras personas:

1) ¿Es usted un afectado por las hipotecas y ahora se siente estafado o por las promesas, o vivió de alquiler escandalizado por la burbuja a la que nunca tuvo acceso mientras sus conocidos le llamaban tonto por no comprar?

2) ¿Se lanzó usted a comprar productos bancarios que ahora le están dejando sin un céntimo o por el contrario vivió estudiando cada inversión mientas otros le llamaban tonto por no invertir en pelotazos?

3) ¿Cree usted que el derecho al aborto está en peligro, o por el contrario piensa que el derecho a la vida no está siendo protegido por el gobierno?

4) ¿Hay que cambiar el sistema económico capitalista o por el contrario hay que dejarlo precisamente actuar frente a la perversión de los gobiernos intervencionistas?

5) ¿Hay que fomentar el emprendimiento y la empresa privada o hay que hacer que el estado fomente el trabajo público?

6) ¿Siente el látigo de funcionarios indolentes a los que es imposible castigar o el abrazo de funcionarios cualificados cuya misión sería imposible en la empresa privada?

7) ¿Le hastía que el consumo de drogas deteriore la convivencia en su barrio por el ruido y las peleas o se siente acosado por un gobierno que no le permite probar las drogas de su elección que usted utilizará responsablemente?

8) ¿Cree que las grandes coporaciones y los bancos están extorsionando a los gobiernos, o que los políticos se apropian de los favores que deben hacer los bancos y grandes corporaciones para existir?

9) ¿Estaría dispuesto a ser solidario sin condiciones o piensa que cada cual ha de ganarse el apoyo de los demás en el día a día?

10) ¿Quiere mano dura o perdón?

Se podrían hacer 20, 50, 100 preguntas. Le sorprenderá saber en todo caso lo diferentes que son esas respuestas. Si todos estamos bajo el mismo sistema es porque el sistema es la suma de todos. Y cuando cambie o estalle, será porque la masa se vuelva inestable y de lugar a otro sistema: lo que usted llama sistema se orquesta en la suma de cada pequeño movimiento individual, cuando se vota por miedo o preferencia, cuando no se vota por desprecio o ignorancia, cuando se busca el favor de un amigo para colarse en la fila, cuando se tolera por el bien particular, cuando uno se escuda en los suyos, cuando uno sacrifica a los suyos por uno mismo, cuando se busca ser diferente, cuando se busca resaltar, cuando uno quiere que los demás trabajen por él, cuando lo quiere todo hecho, cuando busca seguridad, cuando busca sexo, cuando busca pareja deseada por otro, cuando busca vacaciones, cuando quiere robar o no ser robado.

Usted no es un elemento extraño en el sistema. Usted es parte del engranaje. Usted le da vida. El dinero que circula es la suma de las pasiones de millones de humanos que creen en un determinado estatus y una forma de ser felices. Su religión no es la cristiana, la musulmana o el ateísmo, es la consecución de aquello que le han enseñado desde pequeño: a competir por los recursos y conseguir que otros trabajen por usted. Se encuentre ahora en lo alto, en la mitad o en el fondo, repase cada acción realizada durante su vida sin el prejuicio de las justificaciones cotidianas. Se dará cuenta de que ha dado otra vuelta de tuerca a la realidad del dinero y el sistema.

No espere que las ideas del siglo XIX y XX le salven en el XXI. El futuro no es liberal, socialista, comunista o anarquista. Ni siquiera fascista. Lo que haya de ser será la implosión de un sistema moribundo que no da más de sí, destruído por su propia inercia y nunca por los deseos bien encauzados de la mayoría.

Mírese el ombligo y comprenda a sus vecinos, todos hemos estado en un lado u otro del resorte y cada uno le contará solo la parte en la que ha operado.