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De un tiempo a esta parte he experimentado un gran incremento de visitas al blog. Con curiosidad, y aunque lo sospechaba, consulté la página de estadísticas. La mayor parte de los visitantes llegan gracias a una entrada humorística acerca del sexo tántrico en sitios de streaming y otra sobre los infructuosos intentos de suicidio con tranquilizantes.

Las conclusiones son:

1) Para publicitar tu blog no te quiebres pensando en su calidad técnica o de contenidos, de todos modos muy poca gente es brillante escribiendo. ¿Alguna vez has logrado escribir una novela completa? No, pues no te quiebres la cabeza con ésto tampoco. Es cuestión de usar «tags» que pillen los buscadores e interesen a las masas, básicamente «pastillas» y «sexo».

2) En periodos de crisis mundial, unos tratan de mitigar las penas masturbandose y otros suicidandose. Claramente recomiendo el primer método. Es más placentero, falla menos y el estigma social es menor: en la escala de la degradación social los pajilleros quedan algo por encima de los suicidas.

3) No existe el caldo de cultivo para la revolución mundial: el pueblo llano sigue teniendo acceso al porno y a los tranquilizantes. Sedados y con la posibilidad de obtener una gratificación más o menos rápida de endorfinas, la gente está a raya y se pueden seguir aplicando recortes paulatinamente, entre paja y pastilla.

4) El gran error de las monarquías francesa y rusa fue dejar a la Iglesia campar a sus anchas. Si no hubieran dado tanto la vara con lo de la castidad y la represión sexual ahora tendríamos reyes solete y zares.

5) La actividad de los SEO la puede hacer un niño de cinco años, aunque legalmente debería tener al menos dieciocho, porque no es cosa de poner a un chaval con cosas de pastillas y sexo. Ni se os ocurra. Pero a lo que voy es a que todo lo que os quieran vender sobre posicionamiento es puro spam: la técnica es más vieja que la propia humanidad, cuando no había Internet los anuncios por palabras de los periódicos ya la usaban y si te remontas al pasado las encuentras en pintadas de Pompeya e incluso en cuevas prehistóricas. Si te cobran por ese trabajo o eres un vago o te están estafando (o prefieres aprovechar el tiempo masturbándote).

Hasta el próximo informe, gracias por su atención.